Había despertado temprano como era costumbre, fijé
la vista en el techo pues también se me había hecho costumbre cada vez que los
pensamientos sobre cierta persona vienen a mi confundida mente. Bostecé un poco
tratando de evadir aquellas ideas, mirando de reojo a algún otro punto en mi
habitación. Para mi apesumbrada mentecilla mis ojos se clavan en uno de
aquellos regalos, a pesar de que no me gustan mucho los gatos en mi ventana hay
una figura de uno mirando hacia el cielo, de color blanco perlado que tiene un
collar en el cual está grabado su nombre; Kitamura Ken.
Dijiste que era un gato guardián que velaría por
mis dulces sueños cada noche, y que sería quien me acompañaría durante mis
ratos en soledad. Yo solo te sonreí porque me sorprendió que aunque no me
conocías mucho pudiste captar que en esa época me sentía bastante solo en mi
nuevo apartamento. Un gato de cerámica que me hizo comprender que detrás de
todo ese hombre nocturno y libertino había alguien que necesitaba sentirse
parte de algo, tu regalo era la proyección de lo que sentías y eso era soledad.
Una, dos, tres, el sonido repetitivo del despertador
me sacó de golpe de mi análisis matutino. Estiré la mano para apagar el aparato
sobre mi velador dando una vuelta sobre la cama que me dejó boca abajo con el
cobertor y las sábanas enredadas en el cuerpo. Sonreí porque parecía una oruga.
Como pude me arrastre a la ducha, mi cama era un desastre enrollado entre
sábanas y frazadas. Seguramente habían dejado el diario del día fuera de mi
puerta, tomé un baño rápido pues el hambre estaba manifestándose sonoramente
desde mi estómago. Después de vestirme con jeans y una camiseta con mangas
busqué el diario tras mi puerta y me fui directo a la cocina a preparar algo.
Un típico té y una porción de tofu frito que había
quedado del día anterior. Hojeando el diario bebo de pequeños sorbos desde mi
taza batallando con mis anteojos de lectura que por el calor del té de a poco
se resbalaban por mi nariz. Por lo menos evito pensar mientras leo las noticias
y saboreo mi tofu recalentado, muchas noticias para tan poco papel. La comida
se ha acabado al igual que mi lectura, lavo los trastos tan veloz como puedo
para alcanzar a ver algo de televisión antes de que Tetsu me llame e interrumpa
la mejor parte.
La televisión encendida en el canal de dibujos
animados y yo desparramado en el sillón tragando el paquete de galletas de
chocolate escondido debajo de la mesita de centro. Las risas no me bastan para
acallar la ansiedad, sin despegar la vista en la televisión encuentro mi
cajetilla y el encendedor agradeciendo a Kamisama por la buena memoria que me
dio al nacer. Tras calar tres veces ese condenado vicio el teléfono suena y sé
quien llama, tan puntual como siempre. Atiendo al segundo repique sin muchas
ganas de soltar el cigarrillo.
- Hola Tet-chan – Digo tras el formal saludo de mi
amigo
- Hoy tenemos ensayo ¿recuerdas? – Dice en tono
alegre pero con seriedad
- Hai, hai... a las tres ¿nee? – Calo nervioso el
cigarrillo, falta poco para verlo de nuevo
- Si, en el mismo lugar de siempre –
- Oke, entonces los veré allá. Empezaré a ensayar
solo si no llegan a tiempo – Reclamé en tono de broma
- Lo siento, sabes como es Haido. Prometo que le
robaré las llaves y conduciré
- Ojalá...jijiji...porque si Haido conduce nunca
llegarías xD
- ¡Yukkie-chan! U.u
- Bueno, bueno. Cuídate y nos vemos – Sonrío para
mi mismo imaginando a Hyde en su auto
- Adiós... –
Cuelgo el teléfono y mi última bocanada al cigarro.
Sin querer mi codo aprieta el botón de los canales en el control y una melodía
conocida resuena en mis oídos; Forbidden Lover. No puedo evitar preguntarme si
las coincidencias son malvadas, me atacan cuando estoy tranquilo y cuando no
deseo pensar. Ahí está su figura, sus gestos y su guitarra. Cierro los ojos y
ahí está también sus labios, sus manos, sus ojos. No puedo dejar de pensar en
él y lo que causa en mí, la canción sigue y mis dudas también. Me desparramo en
el sillón tapando mi cara, mis cigarros cayeron al suelo y la televisión se
apagó de golpe.
- ¿Cuándo fue que empecé a sentir que necesitaba
verte? ¿Cuándo fue que sentí esa sensación que me confundió tanto?
La fiesta en el bar estaba tranquila, la mayoría de
los invitados se concentraba en las mesas o en la barra. Disfrutábamos de la
sala de billar que solo era ocupada por nosotros, un arsenal de bebidas
alcohólicas se apostaba en el bar privado. Nunca había visto a alguien competir
de ese modo, Ken y Hyde bebían unas tras otras las botellas de ron y cerveza.
Si hasta Tetsu se veía un poco mareado y yo también iba por ese camino.
- ¡Juguemos! n.n – Dijo Ken tomando un palo de
billar, sonreía de forma divertida
- ¿Jugar billar? ¿Puedes hacer que la bola nº1
caiga en la esquina? o - Reclamó Hyde tomando un palo, mientras que Tetsu se
levantaba acercándose a la mesa.
- ¡Sí, puedo! - Ordenó las bolas en la mesa y
golpeó el palo, la bola número 1 cayó en una esquina, levantó los brazos
orgulloso - ¡Yatta! xD
- Yo no sé jugar u.u – Dije acercándome a Ken que
estaba más cerca
- ¡Que te enseñe el Sr. Kitamura! ¡Tet-chan
acompáñame, necesito más bocadillos! X3 – Hyde sonrió de manera coqueta, era
obvio que raptaría a Tetsu
- Claro, yo te enseño Yukkie-chan n_ñ – Me entregó
su palo sonriendo como siempre, yo solo lo recibí por inercia.
Hyde se llevó a Tetsu hacia un lugar desconocido
para mí, Ken se acercó un poco más tras beber de su cerveza y yo también bebí
de la mía dejándola sobre a mesa. Ordenó las bolas de billar y me indicó como
debía tomar el palo sobe la mesa, lo hice pero como no sabía jugar obviamente
lo estaba haciendo mal. El solamente sonrió de manera resignada al verme y se
pudo detrás de mí.
- No, así no Yukkie-chan – Bufó fingiendo molestia,
me rodeó con sus brazos como en un abrazo posando sus manos sobre mis brazos y
mis manos que tomaban el palo – Así…
Yo solamente asentí dejando que me guiara, al
sentir sus manos sobre las mías algo como un escalofrío recorrió desde mi nuca
hasta mis pies. Mi piel se erizó al darme cuenta de que él había pegado su cara
a mi mejilla y al dar la vuelta un poco mi rostro para mirarlo nuestros labios
casi podían llegar a rozarse. Él me sonrió de forma gatuna a lo que respondí
sonrojándome y fijando la vista hacia la mesa, justo cuando me ayudó a meter la
bola Nº 1 en una esquina y sin querer entrelazaba sus dedos en una de mis
manos. No pude siquiera moverme al percibir el sutil aroma de su perfume,
respiré hondo y me zafé de él disculpándome para prácticamente escapar al baño
en donde me refugié por varios minutos culpando al alcohol más tarde
Desperté acurrucado en el sillón abrazando un
cojín, todo me estaba afectando más de lo que hubiese querido o pensado.
Suspiro resignado una vez más, sin apuros me levanto para arreglarme pues el
ensayo sería en una hora.
Luego del mismo recorrido
(Dormitorio-closet-baño-llaves-auto) la calle parecía demasiado tranquila,
quizás era yo pues solo miraba el camino sin preocuparme de nada más salvo el
cigarrillo que llevaba en mi boca. Cuando me estacioné en el edificio supe que
nadie había llegado aún, sonreí sin ganas pues siempre era lo mismo.
A pesar de que Tetsu fuera puntual por naturaleza,
Hyde tenía por naturaleza retrasar a la gente. Saludé a que me dedicaba un
“bunas tardes” y solo entré a la sala de ensayos para verificar que nadie
estaba allí, por lo que decidí ir a buscar algo de beber y después dedicarme a
practicar las canciones nuevas.
Veinte minutos después escuché como abrían la
puerta, pero de igual forma seguí tocando la batería. Había dejado mi cabello
tomado en una cola de cabello. Al terminar la canción divisé a Ken que estaba
sentado en un banquito mirándome, me sacudí un poco para no sonrojarme pues esa
expresión de gato curioso me dejaba perplejo y sin habla. Él tomó su guitarra
que yacía contra la pared y solamente sonrió punteando las notas de la canción
que había escuchado en mi casa, mi corazón se retorció un segundo al
recordarlo.
- ¿Cómo estas Yukkie? No te vi el fin de semana ¿estuviste
ocupado? O.o – Preguntó acomodándose en el banquito
- Bien, gracias…Sí, ocupado…como cualquier
cristiano ¿y tú? ¿Quién fue tu nueva víctima? – Dije con tono burlón, solo era
distracción para no responder la pregunta.
- Bah…ya sabes…lo de siempre. Linda, modelo y con
10 años menos que yo…aunque… - Ken se quedó pensativo mirando las cuerdas de su
guitarra y luego sonrió como desganado.
- ¿Aunque qué? O.o – Respondí de forma automática,
quería saberlo.
- Ah…betsuni… - Dijo desanimado, me miró para
sonreír fingiendo estar tranquilo – Ensayemos las canciones nuevas ¿nee? n.n –
Asentí con la cabeza, pronto ambos practicábamos
las canciones sin ningún problema. No había señales de Tetsu y de Hyde, creí
que no llegarían pues habían pasado más de 40 minutos desde la hora señalada.
Con Ken solo nos hacíamos gestos para entendernos, era más fácil o eso creímos,
pues de alguna forma se hacía más notoria cierta “tensión incómoda” entre
nosotros. En eso estábamos cuando la puerta de nuevo se abrió, era Hyde quien
entre saludos y gaseosas hizo desaparecer la incomodidad. Tetsu entró después
dando las órdenes que recibimos sin reclamos, yo estaría con él ensayando el
resto de la tarde. Una nueva estrategia del líder-sama, pensé.
Hyde se llevó a Ken de un brazo, quien reclamaba
sin razones coherentes, Tetsu cerró la puerta algo enojado después de los
comentarios de este. Se acercó a mí sonriendo contento y le devolví el gesto
también con una sonrisa, me alcanzó unas hojas en blanco y un lápiz. Levanté
una ceja no entendiendo el mensaje, tomé las cosas y salí desde la batería,
realizando una mueca de “no entiendo”.
- Hoy trataremos de crear la letra para esa melodía
tuya n.n ¿nee? – Dijo Tetsu sentándose en la mesa de la sala.
- Demo…¿ahora? O.o >o< No sé si pueda
Tet-chan u.ù – Respondí desparramándome en la silla frente a él
- ¡Inténtalo! ^^ Sino te envío con Ken y Hyde u.ú –
Contestó algo molesto
- Anou…no te reocupes me quedaré aquí ._. – No
quise que el líder-sama se enojara así que me quedé ahí.
Pasó un rato y no pude pensar en nada, quería un
cigarrillo de forma desesperada pero no quería molestar a Tetsu y en vez de eso
jugaba con una mentita en mi boca y el lápiz que movía como si fuera una
baqueta. Mi amigo me observaba de reojo escribiendo cosas en su cuaderno.
- No puedo Tet-chan…No se me ocurre nada u.ù – Sí,
claro. Había inventado la melodía pensando en Ken, y tenía la letra dando
vueltas en mi cabeza y escrita en una hoja suelta de cuaderno guardada en el
bolsillo de mi pantalón.
- Bueno…¿Y por qué no se te ocurre nada? ¿Estas
pasando una crisis o algo parecido Yukkie-chan? Hace días que te noto algo
deprimido… - Soltó su cuaderno y me miró preocupado, juntó sus manos sobre la
mesa en espera de mi respuesta.
- Yo…no lo sé…Tet-chan… - Dije con desgano,
dibujando tonterías en la hoja – No sé cómo me siento…-
- Hn…necesitas tiempo para descansar…hemos
trabajado mucho ¿nee? – Asentí sin mirarlo – Así tendrás tiempo para pensar y
reflexionar sobre lo que sientes…además podemos hacer algo divertido
juntos…como antes… - Sonrió tranquilo volviendo a escribir cosas
- Gracias… - Le sonreí sintiéndome más calmado.
Volví a la batería para practicar, Tetsu se quedó
revisando papeles en la mesa. Al final de la hora terminé entregándole la canción
que sin leerla demasiado aceptó de inmediato con una gran sonrisa. Eso me hizo
ocultar el leve sonrojo que apareció en mi rostro, Tetsu había captado el
mensaje pues él me conocía.
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